Presentación de "COLECCIONANDO VINILOS EN EL S.XXI" y "ECHANDO LA VISTA ATRÁS"


Necesito tener contacto físico con la música.
Esta es la principal razón por la que sigo comprándome música. Así de simple.
Primero fue el cassette y ese nostálgico pero genial intercambio de música a través de cintas TDK´90. Eso si que era disfrutar de la música, play, play, play, play y todas las veces que hiciera falta y te sabías las canciones de memoria.
Luego ya mi adicción con el cd se alargó más en el tiempo y de hecho aún se mantiene con compras mensuales de discos, ofertas, y como no, bajarme música con la aparición del Emule, pero siempre pasándola a un cd.
Hace un año y medio, tras varios consejos de mi buen amigo Fender Sonora, me decanté por el vinilo.
Pero no quería que fuera "otro sistema de reproducción musical que tuviera en casa".
Quería que fuera algo especial, ese sacar el vinilo, mirar la portada, colocarlo en el plato y ver la aguja deslizarse por los surcos.

Y entonces se me ocurrió una idea. Los vinilos que me compraría serían vinilos especiales, clásicos, con recuerdos. Además, me empaparía de sus canciones, de su historia, de su composición.

Para ello, decidí que durante la siguiente temporada de este blog, la dedicaría a hablar de dos vinilos cada semana. Dos solo, con tranquilidad, para degustarlos con calma.
Hablar de ese disco y añadir todos los datos técnicos que tuviera a mi alcance sobre la elaboración de ese disco.
Creo que en total, desde septiembre hasta julio, serán unos 84 vinilos. Es una nueva aventura en la que tengo muchas ganas de meterme y centrarme y volver a disfrutar de la música como siempre se debería haber hecho:

* en formato álbum (no en canciones sueltas)
* en formato físico (no digital a través de Spotify, Youtube, etc, etc...)
* Y sin prisa, con calma, escuchar un disco 3-4 veces seguidas parece algo en extinción.

¿Me acompañáis en este viaje?

Gracias a todos los que me seguís y bienvenidos a los que se unan por primera vez a seguir mis andanzas musicales.

imaginen, imaginen.....

PD. Que no se me olvide. A parte, quería traer de nuevo al blog algunas entradas que publiqué en los comienzos del blog. En concreto, unas 45 entradas que me apetecía releer y que datan de 2010 y 2011.
Porque para saber adonde va uno, hay que mirar atrás para saber de donde viene.


Ah, y si la razón principal es, como dije antes, que necesito tener contacto físico con la música, aquí os dejo otras razones más técnicas por las que el vinilo es la mejor forma de escuchar música.


EXTRAIDO DE http://www.xatakahome.com/
Quién lo iba a decir. Hace una década probablemente ninguno de nosotros habríamos predicho que los discos de vinilo iban a volver a hacerse con un buen puñado de expositores en buena parte de las grandes superficies comerciales del país. Sin embargo, ha sucedido. El inesperado regreso de estos discos a las tiendas de consumo masivo no puede ser otra cosa que el fruto de una demanda creciente. Lo curioso es averiguar por qué hoy en día compran vinilos más personas que hace diez o quince años.
Probablemente la respuesta a esta pregunta reúne una combinación de al menos dos factores. Es evidente que esa nostalgia que algunos melómanos nunca perdieron ha conquistado ahora a más personas, pero esta tendencia también responde al hecho de que muchos aficionados han descubierto que los discos de vinilo pueden sonar de maravilla. Solo hace falta un giradiscos medianamente decente y una cápsula fonocaptora de cierta calidad. Nada más. Y nada menos.

Analógico o digital, esa es la cuestión

El propósito de este post no es indagar en si los vinilos suenan mejor o peor que los CD o los SACD, sino, sencillamente, esbozar cinco razones por las que hoy en día es posible preferirlos a cualquier otro formato. Cuatro de ellas tienen una base técnica, y la última es de carácter... personal, por decirlo de algún modo. Ahí van.






  • Al contrario que los CD, que tienen una capacidad de almacenamiento limitada, los discos de vinilo registran absolutamente toda la información sonora del acontecimiento musical, con todos sus armónicos.







  • Una buena cápsula fonocaptora es capaz de exceder ampliamente la respuesta en frecuencia de un CD, lo que le permite reproducir frecuencias que en teoría nuestro oído no es capaz de escuchar, pero que, según algunos expertos, logramos percibir.







  • El rozamiento de la aguja provocado por su desplazamiento sobre los microsurcos del disco de vinilo añade una componente armónica que nos permite percibir el sonido con un mayor «empaque» y más calidez.







  • Un sistema de reproducción completamente analógico como el utilizado para leer los discos de vinilo no adolece de jitter, que, grosso modo, es una modificación de la amplitud, la frecuencia y la fase de una señal provocada por una desviación de la señal de reloj en los sistemas digitales.







  • Para muchos melómanos, entre los que me incluyo, los discos de vinilo, con sus a menudo elaboradas portadas, son mucho más bonitos que los CD y despiertan un afán de coleccionismo que no suele experimentarse con los formatos digitales.
  • Comentarios

    1. Respuestas
      1. Gracias por los ánimos y por leerme, creo que no nos conocemos, no?

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    2. Sí, mucha suerte en esta nueva andadura!
      A ver qué cosas nuevas descubrimos contigo en esta ocasión.
      Un placer leerte.

      Froz

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